Entrenamiento del umbral láctico
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Resumen
Los términos ácido láctico y lactato, a pesar de ser bioquímicamente diferentes, son utilizados comúnmente en forma intercambiable. Los profesionales de la actividad física tradicionalmente han relacionado el ácido láctico o “el ardor muscular” con una inhabilidad para continuar realizando ejercicio de alta intensidad. A pesar de que las condiciones internas de la célula muscular del entrenado han cambiado hacia un estado de acidosis, la producción de lactato por sí misma no causa directamente la acidosis (ardor) experimentada frente a ejercicio de elevada intensidad. La acidosis es causada por la acumulación de protones o hidrogeniones (H+), que coincide con la producción de lactato, pero no es causada por este. La acidosis se ha relacionado con empeoramiento de la contracción muscular. La incrementada acumulación de protones proviene principalmente de la hidrólisis de ATP por parte de los filamentos proteicos musculares, lo cual tiene la finalidad de sostener contracciones musculares vigorosas. De hecho, la producción de lactato podría considerarse como un evento fisiológico que permite una neutralización o retardo del ambiente acidótico celular típicamente alcanzado durante contracciones musculares de gran intensidad. Por tanto, la acumulación de lactato, que durante años ha sido interpretada como un evento metabólico negativo, es en realidad un evento metabólico beneficioso, que tiene por finalidad disminuir el ardor muscular. Alcanzar este estado fisiológico durante el entrenamiento se denomina “entrenamiento del umbral láctico”. El entrenamiento del umbral láctico podría incrementar el rendimiento de endurancia cardiovascular. Los deportistas de endurancia de categoría mundial y Olímpica suelen incorporar (deberían) este tipo de entrenamiento en sus sesiones.
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